Los autobuses públicos no tienen mayor riesgo de contagio que otros lugares. Un estudio realizado demuestra que viajar en autobús con las ventanas abiertas es seguro contra la COVID-19.

Desde el inicio de la pandemia todas las rutinas se han visto trastocadas, sin poder volver a la realidad a pesar de haber pasado ya un año del inicio del confinamiento. Una de las acciones más comunes como es el trasladarse de un lugar a otro en transporte público, es de las más afectadas.

Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Zaragoza indica que la preocupación por contagio en estos casos no está totalmente sustentada.

El informe realizado por el laboratorio de investigación en Fluidodinámica y Tecnologías de la Combustión adscrito a la Universidad de Zaragoza, dio como conclusión principal que viajar en transporte público no supone un riesgo mayor al que se expone una persona al realizar otra actividad diaria. Esto, siempre que las medidas sanitarias sean implementadas.

Para llegar a dicha conclusión en el estudio se analizó la calidad del aire de diferentes autobuses públicos en Zaragoza. Otra de las variables fueron diferentes situaciones del día con relación a la cantidad de pasajeros, rebosados y con la mitad de ellos.

¿Cómo fue realizado el estudio?

El estudio se llevó a cabo con 3 autobuses de Zaragoza de las líneas más utilizadas habitualmente. Lo que aseguró un alto índice de ocupación. En dichos casos con una constante de 48 pasajeros y con ocupación de 65 pasajeros. En cada vehículo utilizado se midió el nivel de CO en diferentes horas del día.

Los primeros resultados indican que en el momento que el autobús se traslada con las ventanillas completamente abiertas, el nivel de CO en el interior del vehículo oscila entre 600 y 850 partes por millón.

Mientras que, si son cerradas todas las ventanillas, los niveles de CO aumentan de forma drástica. Llegando en pocos minutos a valores de alta peligrosidad, con un promedio de 1700 partes por millón y un valor máximo de 2100 partes por millón. Dichos resultados son similares con 48 y 65 personas a bordo.

Por otro lado, el estudio indica que, con relación a la cabina del conductor, este pasa horas dentro del vehículo en exposición constante con el virus. Sin embargo, a pesar del aumento de CO en el aire no se expone a situaciones de riesgo, ya que el aire procede de su respiración.

En consecuencia, el estudio determinó que si las ventanillas se mantienen abiertas entre 10 y 15 cm los niveles de CO se mantendrán en un nivel aceptable.

Javier Ballester investigador y autor de la investigación explica que el trabajo señala lo que es evidente: el método más eficiente para que la calidad del aire mejore y los niveles de CO disminuyan, es abrir las ventanillas del autobús.

Descenso en el uso del transporte público en España

El instituto Nacional de Estadística señala que el número de usuarios del transporte público ha disminuido desde el inicio de la pandemia, con diferentes porcentajes en cada ciudad. Destacando que solo un poco más de la mitad mantienen el uso regular.

En términos generales, en España el número de personas que utilizan comúnmente el transporte público disminuyó en un 46,7% durante la pandemia. En Sevilla destaca por la disminución más abrupta con un porcentaje de -46%, mientras que en Madrid el descenso es menor, con un porcentaje de 31,7%.

Lecciones en otros espacios

Javier Ballester señala que los criterios de ventilación aplicados en los colegios meses atrás deberían reproducirse de forma inmediata en los transportes públicos de las diferentes ciudades.

El investigador destaca que la permanencia de las personas en los autobuses es mucho menor a las de los niños en las aulas de clase, como media de 8 a 15 min. Lo que es más seguro al tener una exposición a una concentración de 800 partes por millón como se suele tener en las aulas, pero durante muchas horas.

Este señala que además de la ventilación es de gran importancia realizar mediciones continuas de CO. Así es posible conocer los niveles de calidad de aire y la exposición con la que se enfrenta en cada momento. Destacando que es una acción que se debería estar tomando en todos los espacios, ya que es fácil, eficiente y barato.

Como resultado el ayuntamiento de Zaragoza en conjunto con la concesionaria AVANZA tomaron la decisión de abrir todas las ventanas y claraboyas en los medios de transporte.